miércoles, septiembre 20, 2006

La bestia del demonio

Cagoenlaputaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!
Se me acaba de aparecer la araña más grande del mundo y ahora ya tengo fobia para el resto de mi vida.
Estaba tan tranquilo en el ordenata y del radiador de al lado , muy al lado, que lo toco con la rodilla, ha aparecido corriendo un artrópodo cabrón de seis centímetros . ¿Y no se supone que estas cosas evitan el contacto con el hombre?!?!?!
Yo solo he visto una cosa que salía corriendo en la periferia de mi campo visual y en 0,0002 segundos he conseguido teletransportarme a dos metros del ordenador (evidentemente ahora estoy escribiendo con el ordenador a tres palmos de la pared). Mientras estaba pensando como desembarazarme del bicho, después de comprobar que los insultos no son demasiado efectivos como insecticida, la mala puta ha arrancado a correr por el suelo en mi dirección. ¿Y no se supone que estos cabrones evitan el contacto con el hombre?!?!?!
Entonces se me ha despertado el instinto asesino. He esperado a que el monstruo estuviese a un metro de la pared, he levantado la rodilla hasta la altura de mi pezoncillo y le he soltado todo mi peso a la hija de su madre.
Ha quedado bien plana .Disfrutando de la victoria, he ido a buscar una servilleta de papel para retirar el cadáver pero entonces...
El bicho del demonio debe haber salido de algún pozo radiactivo. Cuando la he ido a coger, la tía va y recupera su forma y se pone a correr a toda pastilla hacia la pared!. Esta vez he conseguido hacer los dos metros en 0,0001 segundos.
En este punto mi mala hostia y mi asco estaban llegando a unos niveles importantes. Me he mirado las bambas, he visto que la punta encajaría con el canto de la pared y le he arreado tres golpes. Ha vuelto a quedar chafada, pero esta vez he sido más desconfiado. He mirado alrededor y me he hecho con una botella de vodka. He acercado la punta de la botella lentamente para asegurarme una chafada completa, cuando la superfoldingaraña ha vuelto a recuperar la forma y ha arrancado a correr por debajo de la mesa del ordenador. Pero ¿por qué no se muere??!!
El hecho de que durante todo ese rato no haya parado de insultar al animal y de exclamarme cada vez que resucitaba ha hecho que la Leia y una amiga suya hayan venido a preguntar qué pasaba. Cuando se lo he explicado, lo único que se le ha ocurrido decir es que ella esta mañana había encontrado una debajo de su cama.
Perfecto, hoy dormiremos tranquilos.
He retirado la mesita del ordenador, he cogido la botella por el cuello y usándola de martillo he empezado a darle golpes al bicho mutante. Como mínimo ha recibido seis por cada pata que tenía.
Cuando me ha parecido que estaba bien muerta, le he dado tres golpes más, he ido a buscar el aspirador y he hecho limpieza.
Tener patio es guay , pero me parece que mañana lo regaré con Agente Naranja, que dicen que no vuelve a crecer nada en tres generaciones. Ya puestos también regaré la cama, que al darle de hostias al bicho cabron me he rascado la mano y ahora estas cosas me pueden seguir el rastro.

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