viernes, julio 27, 2007

Tostar or not tostar (Jerry tales legacy)

Estamos divididos por lo que respecta al futuro de la tostadora. Están los que se quieren deshacer de ella y estamos los que la queremos conservar. Sí, me la quiero quedar.
Nos tenemos que aproximar a los problemas desde un punto de vista objetivo. Realmente no hay ningún motivo científico-racional para tirar la tostadora.
.
A- Está claro que más de una persona en casa se comió tostadas con aroma a Jerry y nadie se ha puesto enfermo.
B- Jerry, cuando lo encontramos, ya estaba más que esterilizado. Casi volatizado.
.
Supongo que la defensa de mi punto de vista se tambalea si tenemos en cuenta que no he tenido cojones de tostar nada en ella, pero es que esta tostadora no es una cualquiera. Para empezar, ahora es el único recuerdo que nos queda de Jerry. Los basureros aún no se han llevado su cadáver y aquí la gente ya se quiere deshacer de lo que nos queda de su memoria. Y además, esta tostadora costaba pasta. La compramos después de que Aka se cargara la que teníamos antes y nos gastamos la pasta para comprar una buena y con carrocería metálica para reducir al mínimo la capacidad de combustión espontánea. La próxima, además, la tendremos que comprar con detector de movimiento.
.

miércoles, julio 25, 2007

Culture Shock! (by the yonki)

Me he encontrado un libro en la calle de al lado de casa: Culture Shock! Spain, A Guide to Customs and Etiquette. Lo he abierto al azar y me ha salido el apartado Socializing, sub-apartado Spanish Neighbours:
.
For example, should you suddenly develop a violent pain in your stomach and retire to your bed wondering how to get hold of a doctor, your wife need only to mention your “problem” to your Spanish neighbours. You will probably be overwhelmed with their “attentions”. Not only will they send their son running to fetch a doctor, but they themselves are quite likely to wander into your bedroom to asses your condition, and offer sympathy in the form of a bottle of whiskey.
.
Estoooo... o sea que en España para llamar al médico la gente usa niños en lugar de teléfonos,y si te duele la barriga te regalan una botella de whiskey... Estamos hablando de una pava nacida en Singapore, de padre Belga y madre Rusa, que después de vivir 20 años en España dice que sólo chapurrea el castellano. Posiblemente, no es la más indicada para escribir un libro como este. Sobretodo si lo aprovecha para justificar su alcoholismo.

sábado, julio 21, 2007

Burn, Jerry, Burn! (Jerry tales 3 de 3)

Hay maneras y maneras de levantarte. Por ejemplo, levantarte porque Amparo y Karen se están entrenando para los juegos olímpicos en la modalidad “cien metros grito” no es una buena manera.
Aunque no he hablado de ello, no es la primera vez que me despierto en Can Fuckland gracias a los gritos de una histérica, pero de todos modos este tipo de fenómenos siguen despertando mi curiosidad. En realidad me despiertan la curiosidad, las ganas de desayunar, las ganas de ir a hacer la meadita de buena mañana y un poco todo en general porque no hay manera de seguir durmiendo. También me despiertan un poco la mala hostia.
Entonces ha sonado el móvil. Era Amparo para decirme que se acababa de encontrar un ratón carbonizado en la tostadora. Ha visto que había alguna cosa dentro y ha pensado que era demasiado grande y redondo para ser un trozo de pan y después se ha dado cuenta que también tenía demasiada cola como para ser pan. Yo le he dicho que qué pena que Jerry hubiera acabado así y ella me ha dicho que “Que pena ni que cojones, que es un ratón asqueroso y casi me lo como!” y entonces me he acordado de que estaba en mi habitación y que no hacía falta que hablásemos por teléfono y he bajado hacia la cocina.
Qué pena que Jerry haya acabado así. Por ironías de la vida el animal sobrevivió a la hipotermia para acabar asado. De todas maneras Duncan, con su sabiduría infinita, dice que las tostadoras pasan la corriente si las tocas por dentro y que seguramente se murió electrocutado antes de asarse. De todas maneras supongo que podríamos discutir si era realmente Jerry o se trataba de un pariente cercano, pero el cuerpo ha quedado demasiado quemado como para identificarlo y como no tenemos el historial dental de Jerry para compararlo con el cadáver pues tendremos que asumir que es el. A de más, si no el post tiene menos gracia.
Evidentemente lo primero que he hecho al ver al animal ha sido repasar mentalmente cuándo me había comido la última tostada. He tenido suerte. Yo siempre me congelo el pan y después lo voy descongelando en la tostadora cuando me hace falta, pero desde hace unas dos semanas el pan que tenía era demasiado grueso y tenía que usar el horno. Me parece que Amparo no ha llegado a conclusiones tan tranquilizadoras... Dragon Khan en cambio, ya ha sacado tres cosas positivas de todo esto y dice que a ver si compramos unas cuantas tostadoras baratas y las repartimos por la casa y así nos libramos de cualquier otro ratón que pueda haber.
.

jueves, julio 12, 2007

It's Jerry, the 10th passenger (Jerry tales 1 de 3)


Jerry the mouse fue mi mascota durante un día. Ya expliqué que había visto un ratón en casa, pero desde entonces no había habido más avistamientos... hasta hace cosa de un mes. Recientemente ha quedado claro que tenemos una pequeña plaga, yo era de los que tenía suerte porque no me encontraba ninguno, hasta que hace tres días estaba cagando la mar de feliz y un ratón entró por debajo de la puerta, pasó entre mis piernas y se metió por un agujero que hay detrás del lavabo. Yo creo que es la primera vez que sufro un aborto de excreción.
Lo curioso es que a pesar del aumento de los roedores, la trampa que puse hace meses continúa intacta. La trampa, porque el chorizo que le había puesto sí que ha desaparecido. No lo sé, igual tengo un concepto de trampa para ratones algo distorsionado, pero me parece recordar que supuestamente el aparato estaba diseñado para matar y no para dar de comer.
La cuestión es que el jueves estaba cocinando y charlando con Adolfo cuando de repente él se calló y señaló el mármol (mármol = plástico cutre) de la cocina. Un pequeño ratón se estaba paseando tranquilamente y cuando se dio cuenta de que le estábamos mirando se escondió detrás de dos botellas de aceite. Con un pequeño movimiento acerqué las dos botellas y Jerry se quedó atrapado.
Entonces empezamos a debatir sobre qué puñetas hacíamos con el ratón. De entrada quedó claro que ninguno de los dos teníamos huevos para matar al animal, pero tampoco lo queríamos dejar escapar, o sea que finalmente lo atrapamos dentro de un tupper ware. Entonces el dilema era qué cojones hacíamos con el tupper. Yo me decantaba por dejarlo encima de la mesa de la cocina para que el primero que se despertara se encontrara la sorpresa, pero Adolfo decía que no, que él duerme al lado del comedor y no quería que los gritos histéricos de un McLeod lo despertaran. Al final lo dejamos dentro del armario de las herramientas que tenemos en el patio.
Al día siguiente nos despertamos y bajé a dar de desayunar a Jerry. A aquellas alturas ya había decidido que guardaría el bicho hasta el sábado y, cuando el landlord viniera a recoger la pasta del alquiler, se lo enseñaría para dar más efecto a nuestras reivindicaciones de pest control pa la kelly. De hecho hasta se me había pasado por la cabeza comprar una jaula y adoptar definitivamente a Jerry (soy un sentimental).
Cuando abrí el armario y cogí el tupper Jerry pasó de mí. Agité la caja un poco y entonces lo único que él hizo fue levantar un poco la cabeza. Mierda, Jerry estaba medio congelado. Mal rollo. Jerry tenía pinta de ir a palmarla por mi culpa y encima de una muerte lenta y chunga.
Puntualicemos, soy consciente de que Jerry forma parte de una plaga, pero me sigue dando mal rollo matarlo y si encima le hago sufrir 24 horas antes de que la diñe seguro que me da un mal karma de la ostia. En cambio si utilizo trampas la cosa empieza a sonar más éticamente correcto. Si pongo trampas no hago daño a nadie que no toca, pero si un ratón entra en casa y pasa por donde no tiene que pasar pues pisa la trampa y la diña, pero yo no soy quien lo mata, es él quien la diña por meterse donde no toca.
Know what I mean?
Dejé ir a Jerry en el patio, consciente de que volvería a entrar en casa a reunirse con su familia, pero así como mínimo se recuperaría.
Después ya pondríamos trampas para que se suicidaran todos juntos. Pero Jerry no se movía, se quedaba quieto y temblando sin salir del tupper.
Entré en casa y le conté el problema a Duncan. Él me dijo que seguramente estaba estresado, que es como los pájaros, que si los encierras en una jaula se estresan y se ponen tristes y se mueren. Tócate los huevos. Resulta que los ratones son una plaga de la ostia, que viven en la mierda, que comen mierda y que tienen la capacidad de supervivencia de McGuyver en un Leroy Merlin, pero que si los encierras en un espacio pequeño se deprimen y se mueren. Supongo que las empresas de exterminio de plagas le pagan porrotes de millones a Duncan para que no divulgue esta información.De manera que, siguiendo sus instrucciones, metí a Jerry dentro de una caja de cartón a oscuras, con papel arrugado y unos trozos de pan y lo dejé encima de la estufa para que entrase en calor. Al volver del trabajo fui a ver cómo estaba, pero no vi nada porque se había escapado. Bueno, como mínimo salvé mi karma. Malo, seguimos teniendo a Jerry en casa.

lunes, julio 09, 2007

El desayuno es importante

Marak: Ayer dos compañeros míos del curro se fueron juntos al callejón de detrás del trabajo y después la poli los trincó.

Peter Chan: Uala!

Yo: Estaban fornicando?

Marak: No, fue por drogas. Estaban esnifando farlopa en la calle, al lado de Leicester Square. Se los llevaron a la trena.

Peter Chan: Uala!

Yo: Uala!

Marak: Bueno, no es tan grave, en la cárcel de aquí tampoco se está tan mal.

Peter Chan: (...)

Yo: (...)

Marak: (...)

Peter Chan: (...)

Yo: Je,je... je... Que pasa, has estado?

Marak: Sí, está bien. Tienes un colchón blandito y te dan full english breakfast. El único problema es que tienes que pedir permiso para fumar, porque no lo puedes hacer dentro de la celda.

Peter Chan: Hum...

Yo: Ah...

miércoles, julio 04, 2007

UFC Live

El lunes Adolfo cogió el N29 a las 5:15am para ir a trabajar. En la primera parada subió una banda de hoodies. En la siguiente parada un grupo de unos diez hoodies esperaba a los otros, pero los de dentro decían “no, no, aquí no, en la seguiente”. En la siguiente parada subieron más hoodies, fuera se esperaban unos 20 pero los de dentro decían “no, no aquí no, en la seguiente”. En la siguiente parada se esperaban 40. En la seguiente 50 y entonces los de dentro dijeron “En esta!”.
A la altura de Finsbury Park bajaron los del autobús y empezaron a ostiarse con los de fuera. Unos 50 contra 50 según palabrita de niño Jesús de Adolfo. Uno de los hoodies aguantaba las puertas del bus abiertas para que no se fuera, y al cabo de poco la pandilla empezó a entrar buscando refugio dentro, de manera que los de fuera empezaron a lanzar botellas y piedras. Cuando el hoodie dejó cerrar las puertas del autobús arrancó, hasta la siguiente parada donde les esperaba la policía.
En una ciudad con paranoia de atentados 50 quinquis persiguiendo un autobús no pasan desapercibidos. Como mínimo Adolfo llegó a tiempo al trabajo.