sábado, agosto 16, 2008

Da TapRap (follow your dreams, that's what I do, read that book, is good for you, tap tap tap tapatap tap tap)

Los mendigos del metro de Londres son bastante curiosos. El caso más habitual es que te encuentres con un drogodependiente de 25 años que aparenta 26 y que aunque tiene el mono y medio kilo de roña encima (300 gramos sólo en los dientes) te pide céntimos con una educación impecable. Lo que me recuerda que tengo que hacer un pequeño apunte:

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Ciudadanos de Barcelona, una vez más volviendo de Londres he comprobado la pérdida de valores morales y buena conducta de nuestra ciudad condal. No, no me estoy refiriendo a las paridas tocacojones del pijocivismo de Joan Clos Van Damme. Me estoy refiriendo a la gente que se planta delante de la puerta del metro y no te deja salir y, muy especialmente, a quien te pide una dirección y cuando le ayudas no te dice ni “por favor” ni “gracias” ni nada de nada. Barna no da asco, pero hay mucha gente que sí (Joan Clos incluído, jur, jur, jur).

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A la Picadilly line teníamos a uno muy especial though: Tap Rap. El filósofo rapero y claquetero (¿o es claquetista?). Definitivamente un profesional al margen del resto, nada de acordeón ni guitarra, TapRap te rapea en el metro mientras marca el ritmo con sus zapatos de claqué. Anda que no mola ni na neng. La semana pasada lo vi, pero por desgracia entré en el vagón cuando él había acabado el show y se cambiaba de compartimento. Le descubrí hace mucho tiempo y pude disfrutar de tres o cuatro de sus sesiones. Además, puedo decir con orgullo que lo vi paseando por el barrio, o sea que encima es una gloria local.

Pues eso, TapRap entra en el vagón, hace una breve presentación y entonces empieza a marcar el ritmo con los pies y a rapear. Lo mejor es que va improvisando, de hecho la primera vez que le oí en realidad estaba pidiendo perdón por no estar demasiado inspirado, y va cantando sobre que tienes que luchar para conseguir lo que quieres y que no tienes que dejar que nadie te desanime y tal y pascual. A menudo al acabar el show vuelve a repetir unas frases inspiradoras y si tienes suerte hasta te enseña los libros que se está leyendo y que recomienda. Para acabar de ser original, en lugar de pasar el sombrero pasa la bamba. Siempre va con una mochililla que supongo que es donde trajina los zapatos de claqué y los libros inspiradores, cuando se pone a trabajar debe guardar una de las bambas en la cartera y la otra se la queda en la mano y es lo que pasa para que le pongas el dinero. Tengo que decir que siempre llevaba el calzado muy limpio, que este pavo no vive sólo de lo que gana en el metro, de hecho es más bien como si aprovechara sus viajes para hacer un poco de dinero extra y compartir su sabiduria. Clack, clack, tapatap yow bro!

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