martes, abril 03, 2007

The thin red line


Soy un enfermo pésimo. Por suerte no acostumbro a enfermarme y cuando lo hago me recupero rápido, pero supongo que esta es la razón por la que no me cuido demasiado las enfermedades. La semana pasada cogí un resfriado clásico de los míos, que viene cuando empieza a hacer calor y yo decido que ya es verano y duermo con el culo al aire y el culo se me congela. El domingo, ignorando el dolor de garganta, decidí ir a hacer unas foticos desde los puentes del Támesis. Pero resulta que encima del río siempre hace un viento importante, de hecho la foto me salió un poco movida porque mi trípode es bastante sencillo y el viento sacudía la cámara y todo. Decidí dejarlo para otro día y volver para casa, pero ya era demasiado tarde. Tengo las anginas de fiesta mayor.
Pero como soy un enfermo pésimo no recordaba si cuando tienes anginas se supone que te debes medicar o simplemente esperar que se curen, de manera que he tenido que llamar a mi colega farmaciaútico de Ipswitch. Me ha dicho que mientras no tuviera fiebre, dos piedras, y que si tenía, entonces antibióticos.
Vale, pero soy un enfermo pésimo. No es que no tenga termómetro, de hecho tengo varios, pero todos son de laboratorio fotográfico. De hecho tienen ciertas ventajas, la principal es que son tan largos que puedo mirar la temperatura sin tener que sacar el aparato del sobaco. Pero tambien defectos. En los termómetros para personas hay una línea roja que marca donde comienza la “fiebre”. Pero los de fotografía no y resulta que yo no tengo ni idea de en qué numero acostumbra a estar la línea esta, de manera que he tenido que tirar de la Wikipedia.
37ºC es la línea y por tanto no tengo fiebre y no necesito antibióticos. No te acostarás sin saber una cosa más. Pero de todas maneras si que te acostarás con un dolor de garganta de cojones.

1 comentario:

La Chef dijo...

Pero que te pasaaaa? caray! CUIDATE VALE?