En la universidad aproveché las horas lectivas para aprender a hacer malabares con el boli, y las no lectivas para hacer teatro. Gracias a eso siempre puedo entretenerme mientras espero a que se cargue algo en el ordenador y conozco a un puñado de artistas humanistas humoristas, ya que de cada promoción del Aula de Teatro de la UPF siempre había uno o dos que daban el salto al Instituto del Teatro.
Tres de estos antiguos compañeros representan “Memorias de los tiempos de la inmadurez”, donde básicamente se dedican a burlarse de ciertas cosas del teatro, entre ellas el público. El sábado pasado me presenté y me reencontré con estos tres y otros que iban de público como yo. Todos continúan más o menos igual, aunque algunos se han cortado las greñas siguen siendo unos artistas, y hasta descubrí gratamente que hay una que es lectora del blog desde sus inicios (ala Tur, ponte roja). Sólo me fallaron al escoger un bar donde con la cerveza en vez de kikos te daban una especie de mezcla de avellanas y almendra rallada que les había sobrado después de decorar los panellets del año pasado. Queda pendiente una cena para ver vídeos del Aula, recordar anécdotas y acabar la noche escuchando cómo Lopakin nos desprecia porque no queremos ir a un after.
Bueno, todo esto es simplemente para recomendar la obra, que un montaje que consigue que un pavo del público se levante y dedique una butifarra a los actores antes de irse siempre está interesante. Yo me reí como un cabrón.
Memorias de los tiempos de la inmadurez
(Ensayo abierto sobre Ivonne, princesa de Borgonya de Witold Gombrowicz) (AKA Paja mental de Ferran Dordal)
Sábados 12, 19 i 26 de abril (o sea que éste sábado es el último) a las 17:30.
Sala Fabià Puigserver. Teatre Lliure, Passeig de santa madrona, 40-46.
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