No habrá churris en la playa, ni malotes con disfraces cutres, ni mi maestro me regalará ningún pañuelo molongui (ni hablará con dislexia), pero hoy voy al dojo... después de tres años. El reto no es ir, el reto es volver a casa sin arrastrarme con la lengua fuera.
Un dialogue avec une femme sexy en webcam
Hace 1 año
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