Me encanta la tele inglesa, es más petarda que Tele 5. Además con la coña de tener tele por satélite tengo acceso a los canales más tronada y morbosamente británicos.
El punto de referencia es el canal Player (el 123, encima es fácil de recordar) donde la programación se divide entre campeonatos de UFC, partidas de poker (este es el punto flojo, nadie se pega) y películas chinakas de Kung Fu en versión original subtituleit. No hay nada mejor que ver pelis con títulos en plan “El puño del gato a la sombra del águila” donde Jackie Chan, hecho un chaval, reparte ostias mientras habla en chino.
Al lado del Player está el canal Bravo, también brutal, donde hacen “El coche fantástico” (“Kinght Rider” en inglés) y “Buck Rogers” (“Buck Roger in the 25th century” en inglés largo). Con el valor añadido de que también hay Bravo + 1, donde hacen la misma programación pero una hora más tarde.
Lo mejor de Bravo sin embargo son los relity chows.
“Dog, the bounty hunter”, programa donde un equipo de tele se pasa el día siguiendo a un grupo de caza recompensas en los USA que dice frases tan míticas como: I don’t care if he went to hell, l’ll find him. Olé!
El señor Dog es un payo que vendría siendo la versión en blanco del M.A. Barracus. Más chulo que un ocho derecho, tiene el mismo sastre que Mad Max, luce plumas y pulseritas en los biceps y lleva siempre, siempre, gafas de sol. Le da igual si está en la oficina o es de noche y se supone que está persiguiendo a alguien (¿cómo cojones los encuentra con gafas de sol?). Pero claro, las gafas molonas llevan auriculares integrados para hablar con el equipo y es un outfit que mola que te cagas.
¿Quién es el equipo? Pues toda la familia: la mujer, el cuñao, un hijo, un sobrino y de vez en cuando, la hija. Son la Kelly Family chunga.
Lo mejor es cuando Dog llama a casa de la madre o la hermana del maleante, para ver si está, y le vende la moto de que acaba de ganar un concurso y que le tienen que entregar el premio en persona. Si algún día se queda sin trabajo se podría dedicar perfectamente a las bromas radiofónicas. Después, una vez han pillado al malote y le llevan hacia la comisaría, Dog siempre le da un pequeño sermón para que el malandrin piense en reformarse y dejar la mala vida y el malote dice que si a todo.
“Costa del Street Crime”, he visto este programa dos veces y era el mismo trozo del mismo episodio, pero volvería a repetir.
La cosa va de un equipo de tele que sigue a la Polisia Nasioná mientras patrullan por la Costa de Sol y van arrestando guiris ingleses borrachos. El locutor no para de hacer comentarios polites sobre la actuación de los policías: “Bien, a nosotros nos puede resultar chocante que el policía insulte al chico, pero en España eso está más o menos aceptado” y “Bien, nos puede sorprender que el policía esté chafando la cara del chaval contra la pared mientras le registra, pero en España son más relajados en lo que se refiere al uso de la violencia policial”
En fin, que la policía da una gran imagen, sobre todo en el trozo apoteósico que he tenido al suerte de ver dos veces. Resulta que una pobre chica a recibido un par de puñetazos de la británica borracha de turno. La poli aparece y ponen a la hooligan dentro del furgón. Entonces, mientras están hablando con la víctima para aclarar que ha pasado, el segurata de una discoteca cercana avisa a los agentes de que la borracha se ha escapado. ¿Y cómo se ha escapado? Los polis han olvidado el pequeño detalle de cerrar la puerta de la fragoneta.
El locutor se limita a decir “Por suerte para los agentes, la víctima no quiere presentar cargos”. Spain is different.
El punto de referencia es el canal Player (el 123, encima es fácil de recordar) donde la programación se divide entre campeonatos de UFC, partidas de poker (este es el punto flojo, nadie se pega) y películas chinakas de Kung Fu en versión original subtituleit. No hay nada mejor que ver pelis con títulos en plan “El puño del gato a la sombra del águila” donde Jackie Chan, hecho un chaval, reparte ostias mientras habla en chino.
Al lado del Player está el canal Bravo, también brutal, donde hacen “El coche fantástico” (“Kinght Rider” en inglés) y “Buck Rogers” (“Buck Roger in the 25th century” en inglés largo). Con el valor añadido de que también hay Bravo + 1, donde hacen la misma programación pero una hora más tarde.
Lo mejor de Bravo sin embargo son los relity chows.
“Dog, the bounty hunter”, programa donde un equipo de tele se pasa el día siguiendo a un grupo de caza recompensas en los USA que dice frases tan míticas como: I don’t care if he went to hell, l’ll find him. Olé!
El señor Dog es un payo que vendría siendo la versión en blanco del M.A. Barracus. Más chulo que un ocho derecho, tiene el mismo sastre que Mad Max, luce plumas y pulseritas en los biceps y lleva siempre, siempre, gafas de sol. Le da igual si está en la oficina o es de noche y se supone que está persiguiendo a alguien (¿cómo cojones los encuentra con gafas de sol?). Pero claro, las gafas molonas llevan auriculares integrados para hablar con el equipo y es un outfit que mola que te cagas.
¿Quién es el equipo? Pues toda la familia: la mujer, el cuñao, un hijo, un sobrino y de vez en cuando, la hija. Son la Kelly Family chunga.
Lo mejor es cuando Dog llama a casa de la madre o la hermana del maleante, para ver si está, y le vende la moto de que acaba de ganar un concurso y que le tienen que entregar el premio en persona. Si algún día se queda sin trabajo se podría dedicar perfectamente a las bromas radiofónicas. Después, una vez han pillado al malote y le llevan hacia la comisaría, Dog siempre le da un pequeño sermón para que el malandrin piense en reformarse y dejar la mala vida y el malote dice que si a todo.
“Costa del Street Crime”, he visto este programa dos veces y era el mismo trozo del mismo episodio, pero volvería a repetir.
La cosa va de un equipo de tele que sigue a la Polisia Nasioná mientras patrullan por la Costa de Sol y van arrestando guiris ingleses borrachos. El locutor no para de hacer comentarios polites sobre la actuación de los policías: “Bien, a nosotros nos puede resultar chocante que el policía insulte al chico, pero en España eso está más o menos aceptado” y “Bien, nos puede sorprender que el policía esté chafando la cara del chaval contra la pared mientras le registra, pero en España son más relajados en lo que se refiere al uso de la violencia policial”
En fin, que la policía da una gran imagen, sobre todo en el trozo apoteósico que he tenido al suerte de ver dos veces. Resulta que una pobre chica a recibido un par de puñetazos de la británica borracha de turno. La poli aparece y ponen a la hooligan dentro del furgón. Entonces, mientras están hablando con la víctima para aclarar que ha pasado, el segurata de una discoteca cercana avisa a los agentes de que la borracha se ha escapado. ¿Y cómo se ha escapado? Los polis han olvidado el pequeño detalle de cerrar la puerta de la fragoneta.
El locutor se limita a decir “Por suerte para los agentes, la víctima no quiere presentar cargos”. Spain is different.
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